CONEXIÓN VALLADOLID FESTIVAL 2018
15 y 16 de Junio de 2018, Valladolid
Texto: María Ampudia Blanco
Fotos: Sandra García
El fin de semana del 15 y 16 de Junio no sólo vivimos el mundial de fútbol. En una zona poco conocida de Valladolid, se celebraba otro deporte: la música y el arte de los festivales. Efectivamente, el Conexión Valladolid se lanzó al mundo de los festivales con su primera edición, en la antigua Hípica de Valladolid. Aunque algunos prefirieron el fútbol y quedaron muchas plazas sin llenar, el cartel era una maravilla y el recinto demostró que puede alojar este tipo de eventos.
En una zona muy amplia y con esperanzas de acoger a 10.000 personas… El Conexión Valladolid afrontó problemas típicos de la primera vez: poca sombra, bastante polvo, precios algo elevados, problemas técnicos a primeras horas, etc. Sin embargo, la calidad de los músicos se sobrepuso a todo ello, haciendo del festival algo muy grande.
Viernes 15
Abre el festival un grupo vallisoletano que está cogiendo renombre; Siloé. De esta pareja ya hablamos antes, se trata de dos chicos que cuentan con fans entre el público y están presentando su último disco “La Luz”. Así, los temas que sonaron fueron de éste, con un pequeño repaso a cosas anteriores para los primeros festivaleros que estaban en primera fila.
No podían faltar sus canciones más conocidas, con algún coro y tímidos bailes en la pista. Así, nos cuentan “La verdad” y nos recuerdan “El poder” de la música para cambiar el mundo. Cerrando la actuación con “Tal como sucedió” y muy agradecidos con el público.
Sin pausa, pero sin prisa, continuamos con Jimmy Barnatán & The Cocooners. Este ex-actor de los míticos Serrano, llega con fuerza al escenario, con un rock country muy movido, con grandes influencias del Blues.
Empezamos el viaje con “Blah, Blah” y pasamos por “Bad News” para llegar al tema que da nombre al disco “Jefe”. Este último, banda sonora de la película homónima. Entre risas, comentarios ácidos y gran coordinación en el escenario, este estrambótico grupo consigue robarnos el corazón con “Elevate my soul” o “How Deep is your Love”.
Con la energía que nos dejan estos chicos, nos adentramos al maravilloso directo de Vinila Von Bismark y su nuevo proyecto. Con ella llega una nueva ola de asistentes que ya copan las primeras líneas. No le cuesta trabajo a la maravillosa cantante hacernos cantar, bailar, reír y disfrutar de su show. Pasando del flamenco al rockabilly y mostrando su vena más cañera, esta escena nos transporta a un mundo donde todo es posible. Nos lo demostró con The lucky dados y lo hace de nuevo con “A place with no name": es una artista sin pelos en la lengua.
Empezamos con el “Fuego” al más puro estilo gitano y nos vamos elevando hasta “Quiero decirte al oído”. Termina de llegar la gente y empiezan los coros y bailes al ritmo de “Ali Baba” o “Ven y atrévete” con una vena más reivindicativa.
Termina de comerse el escenario con “Electrify” o “I’ve got my eyes on you”. Se atreve con cumbia, una actual versión de “Llorona” y una muy coreada “Solo para mí” (quizás la más conocida de la autora hasta la fecha). Terminamos con una alusión a la faraona; Lola Flores, y su “Pena, penita, pena!”. Y nos vamos por todo lo alto con “Fell like a man”.
Entre ritmos rock y un ambiente increíble, llegan al escenario Immaculate fools, reunidos de nuevo para la ocasión. Vienen presentando “Keep the Blade Sharp”, pero no olvidan temas conocidos como “Stand Down”.
Además, nos tocan el corazón con “Got me by the heart” y agradecen la llegada del público en su escaso español y con mucho ritmo.
Entre sus temas románticos como “I wish you were here”, van dejando caer su celebrado “Immaculate fools”, poniendo al público en pie. Y por supuesto, temas del nuevo disco como “Blanket” o “Hold on” tuvieron su espacio en el setlist. Sin embargo, con un repaso por los clásicos, se despiden con una canción muy triste (“So sad”) para acabar muy animados un show característico y lleno de emoción.
Se va acercando la noche. Y con ella, el plato fuerte del menú… ¡Bunbury! Cabeza de cartel del festival, que viene con el tradicional look elegante y muchas ganas de darse a su público. Aunque no llegamos a llenar el recinto, sí hay más público dando calor al artista.
Con un espectáculo trabajado, luces y buen directo, Bunbury presenta “Expectativas” con el primer tema del disco: “La ceremonia de la confusión”. Muy seguida también de “La actitud correcta”, “Cuna de Caín” y “En bandeja de plata”, siguiendo el orden del disco.
Sin embargo, no olvida sus orígenes y nos devuelve a la época de Héroes del silencio con "Héroe de Leyenda” y “Maldito Duende”. No sin antes pasar por “Mar adentro”, siendo “El extranjero” y deseándonos “Que tengas suertecita”.
Con saludos a sus fans, un público muy entregado y ese viaje por el pasado, se despide con canciones más románticas como "Más alto que nosotros sólo el cielo" o “Sí”. Dejando paso al grupo que lo está petando en los festivales: La Maravillosa Orquesta Del Alcohol.
La M.O.D.A. rompe el escenario, cantando desde backstage “Nubes negras” y, entre ovaciones, hablan de “La inmensidad” iniciando su estrambótico show.
Y, aunque demuestran que sí lo hacen, nos dedican “Una canción para no decir te quiero”. Aprovechan el calor del público para continuar con “Amanecederos”, donde los coros empiezan a aparecer. Coros que acompañarán hasta “1932” y el repaso por “¿Quién nos va a salvar?”.
No podían faltar “PRMVR” (o primavera del invierno) y “Nómadas”. Sin olvidar “Los lobos”, “Hay un fuego” y el tema de los primeros ensayos: “La vieja banda”. Dedicadas al público y con una gran presencia en el escenario. Una banda que apunta muy alto y se despide con la energía y buen rollo de "Héroes de sábado".
Cae la noche y ya hay ganas de ese fuego de Kitai. Que llegan con un escenario muy trabajado, presentando “Pirómanos” con “Fuego en la radio”. Mientras se van calentando, dejan hueco para “El enemigo” y finalmente vemos la locura característica de la banda. Inmunes al frío, nos demuestra que ningún agua puede apagarlos y nos incitan a ‘abrir el camino de todos los pirómanos’ con "Riviera Maya”.
Sumándose a la locura, los chicos de Naïa acompañan vestidos de dinosaurios una versión de Los Clash. “Should I stay or should I go” anima al público a cantar a pleno pulmón.
No faltaron sus clásicos, como “Sientes el Golpe” y por supuesto, la habilidad de cantar en cualquier parte. Entre temas cañeros y un ritmo insuperable, el fantástico Deiv Hook paseó su batería a hombros del público, mientras continuaban los temas como si tal cosa.
Nos quedamos de piedra ante un grupo que seguirá dando mucho que hablar. Tanto por su talento como por su locura. Y para continuar la noche, Sergei Rez a los platos para que no acabe la fiesta.
Sábado
Empezamos el día en Fuente Dorada con un sonido espectacular. De la mano de José Carreño, llenamos la plaza a ritmo de “Tendremos”. Inaugurando la mañana con ritmo, energía y buen ambiente. Hablamos de la “Obsolescencia” y nos ponemos críticos con “El gol del partido”.
Con el cachondeo característico y despertando a golpe de “La campana”, nos regala sus grandes temas casi al final: “Bombas” y “Cassius Clay”. Donde canta sin micro, nos deja el trabajo a nosotros y recupera su vena de cantautor con mucho estilo.
Tras probar bien el equipo, llega a escena Bambikina para demostrar que saben controlar una “Winchester 75”. Viene presentando el nuevo disco, “El pájaro que trajo el fuego”. Así que no nos extraña ver temas nuevos como “Aún es pronto” o “Noche glacial”.
Bailando, disfrutando y coreando letras divertidas, llegamos a “Trabalenguas”. Sin dejar por el camino una coreada “Escorpiones de tequila”, para recordar los viejos tiempos. Incluso cae una versión de Bowie en español con “Space Oddity”.
Nos despedimos con buen sabor de boca, al ritmo de “Palomitas de caramelo”, single del disco que promete mucho. Bambikina no decepciona nunca.
El día no acaba aquí, porque Edu Soto & DeLaRoom están ya en el escenario. Aunque el artista es conocido en el mundo de la comedia, se ha lanzado hace poco al mundo musical. Un estilo que baila entre el jazz y el indie, con letras irónicas.
No pierde el toque con el público y su singular humor, que nos llevan a disfrutar de este extraño espectáculo. Letras como “Apago la luz” o “A caminar” resuenan por la plaza, pese a los nervios.
Llegando la hora de comer, disfrutamos del pop animado de Bombai y los ritmos de Delaporte. Resistiendo al sol y disfrutando de un espectáculo casi íntimo, ambos artistas dieron todo en el escenario e hicieron vibrar la característica plaza pucelana.
Con el estómago lleno y nuevas energías, llegamos al recinto bajo el sol para disfrutar la tarde. Inaugura el día Marta Andrés con muy poca gente, por lo que reduce el espectáculo a 6 temas, quizá debido también a ciertos problemas técnicos iniciales. Y si el fin de semana pasado nos quejábamos de las lluvias palentinas, ahora nos toca destacar el sol pucelano.
Muy seguido, sube a escena Nat Simons, que empieza con fuerza y consigue atraer a algún festivalero más, que lo espera a la sombra.
Presentando “Lights” en esta segunda visita a Valladolid, no le falta energía con temas como “Endless summer road” o “Into the Woods”. Con un toque más lento y sentimental, hacemos un repaso por el primer disco y nos toca la fibra con temas más románticos. Finalmente nos dedica una canción social, demostrando que puede alcanzar todos los estilos. Así, con “People”, llegamos a la recta final donde “No one compares” cierra el show. Un show cargado de magia, que demuestra que las letras en inglés también nos llegan al corazón.
Va llegando el público adolescente para disfrutar de Rayden y sus rimas. Un rapero que se gana el puesto sufriendo el sol, con buena presencia en escena, mucho talento y alguna improvisación en un saludo muy peculiar. Abriendo con “Antónimo” y “Finisterre”, recibe los coros de sus fans con mucho cariño y bromas sobre el tiempo.
Rayden ofrece un directo espectacular, con mucha broma e improvisación y colando temas políticos con “Meteorito” o temas contra la violencia. Una crítica a #LaManada muy aclamada da pie a temas más románticos como los clásicos “Nunca será siempre” o “Matemática de la carne”.
Aunque, no se puede aguantar hacer un adelanto del disco que empieza a grabar esta semana, también con discursos feministas, donde la “Caza de pañuelos” habla de las actitudes machistas que no se pueden tolerar.
Terminamos en el cementerio “Haciéndonos los muertos”, donde acaba de comerse el escenario, dándolo todo y dándose a un público más que agradecido.
Continúa el día con Carlos Sadness y su especial visión del siglo XVI con “Sebastian Bach”, coreada por un animado público que se queda tras el rapero. Este artista nos lleva a disfrutar del pop animado con "Perseide", "Hale Bopp” o "Amor Papaya”, donde el ukelele toma presencia.
Con el calor del público, celebración con confeti y un característico ritmo, terminamos el show con un tema muy conocido con “Monteperdido”. Así, dejamos paso a la súper banda del vallisoletano El Meister: Corizonas, con mucho público disfrutando del ritmo característico del grupo.
Canciones coreadas como “Run to the River” o “Nueva Dimensión Vital” y gran conexión con el público. Este grupo tiene una peculiar manera de gritar su verdad, compartiendo su locura a ritmo de “Yo quiero ser yo”.
Junto a algunas versiones de Black Sabbath (“Supernaut”) y Pink Floyd (“Wish you were here”), conocimos temas propios como “Piangi con me” y “I wanna believe”. Dándose a su público y dejándose la piel en el escenario. Con muchos agradecimientos tanto al equipo como a los fans, rompen con alguna broma para introducir al siguiente grupo: The Libertines.
Llega el esperado momento, cabeza de cartel del festival, un grupo internacional con gran experiencia y muchos seguidores a sus pies. Con un directo impactante y mucho poder, se vuelven locos, dándolo todo sobre el escenario. Temas muy coreados como “Boys in the Band”, "What Katie did" o incluso "You’re my Waterloo", con un ritmo más lento.
Se despiden con "Gunga Din" y ritmos punk con “Death On The Stairs”. Antes de ofrecer una versión inmejorable de "Boys don't cry" (The Cure), donde terminan de dejarse la piel.
Y, finalmente, termina el festival con Intronauta Dj y Oscar Mina Dj para los que saben que la noche aún es joven.
Un festival impresionante que, pese a los fallos de la primera vez, ha contado con grandes artistas que le dan un muy buen nivel al que esperamos sea sólo el principio de una larga trayectoria de Festivales de Conexión Valladolid.
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